quarta-feira, 9 de fevereiro de 2011

Petróleo, América Latina y Egypto; impacto de la crisis





Aplazan cumbre Latam/Países Arabes por crisis de Egipto

Infolatam/Efe
El Cairo, 6 de febrero de 2011

La cumbre de América del Sur y Países Árabes (ASPA) que se iba a celebrar este mes en Lima ha quedado aplazada sin nueva fecha, informaron fuentes de la Liga Árabe. La III cumbre del ASPA se iba a desarrollar desde el próximo 13 de febrero hasta el 16. Estaba previsto que los jefes de Estado coincidieran en el último día de la conferencia.

El anuncio de la suspensión lo hizo el presidente peruano, Alan García, en declaraciones a la prensa en las que afirmó que la cumbre se hará “de todas maneras”, pero recién a fines de marzo o a fines de abril. García explicó que su gobierno propuso esas fechas, porque el país tendrá elecciones generales el 10 de abril.

Para coordinar una nueva fecha habrá que tener en cuenta que la Liga Arabe también está preparando, probablemente para marzo, su reunión en Bagdad, lo que haría complejo que el encuentro de Lima se haga en ese mismo mes.

“Pasada esta tormenta, que no sabemos si será con la salida del presidente (de Egipto) Hosni Mubarak, estoy seguro de que los recibiremos (a los presidentes y jefes de Estado de países árabes y de América Latina)”, aseguró García, según la estatal agencia Andina y Ansa y portales de diarios limeños.

Un rato antes de que el mandatario oficializara la suspensión, había sido el representante de la Liga Arabe Ahmed Ben Heli quien había anticipado que la cumbre no se haría al menos en la fecha prevista.

Líderes de 22 países árabes de Asia y Africa y de doce sudamericanos iban a reunirse en Lima el 16 de febrero, con la finalidad de aumentar las relaciones comerciales entre ambas regiones.
(...)





Petróleo, el canal de impacto de la crisis egipcia en América Latina

Infolatam

Madrid, 6 de febrero 2011
Por Federico Steinberg

La lejanía geográfica entre América Latina y Egipto, unida a que sus lazos económicos directos son prácticamente insignificantes, hace suponer que la región no sufrirá ningún coletazo directo de la crisis egipcia. Sin embargo, si la inestabilidad se extiende a otros países de Oriente Medio, podría provocar una escalada en los precios del petróleo y una apreciación del dólar, moneda refugio ante episodios de inestabilidad internacional, lo cual empeoraría las brillantes previsiones de crecimiento de América Latina.

Mientras prosiga la inestabilidad política la economía egipcia se deteriorará. Pero como su peso en la economía mundial medido en paridad del poder de compra no alcanza el 0,7% del total, es demasiado poco como alterar por sí solo el crecimiento mundial, y menos el de América Latina, con quien mantiene débiles lazos económicos. Por lo tanto, el impacto podría quedarse en la noticia que conocimos el pasado día 5 de febrero, según la cual la crisis egipcia ha provocado la cancelación de la III Cumbre América del Sur – Países Árabes, que debía celebrarse del 13 al 16 de febrero en Lima.

Sin embargo, históricamente la inestabilidad política en Oriente Medio ha llevado a un crecimiento de los precios del petróleo, que se ha traducido en recesiones globales. Sucedió así en las crisis del petróleo de 1973 y 1979, y, en menor medida, en la recesión de principios de los años noventa, que vino precedida por la primera guerra de Irak.

La crisis egipcia podría contribuir a una nueva escalada del precio del petróleo, que ya se encuentra por encima de los 100 dólares, al menos por dos canales. Primero, a través de la extensión de los vientos de cambio a otros países de la región. Esto incrementaría el riesgo geopolítico incentivando la acumulación de reservas (estratégicas y especulativas) en los países consumidores.
(...)

Si la situación en Egipto evoluciona y si no hay contagio hacia otros países, este escenario no debería materializarse. Pero si no es así, el incremento en el precio del crudo podría tener efectos globales, incluyendo a América Latina. Por una parte, generarían un aumento de la inflación que podría forzar a los bancos centrales a elevar los tipos de interés, lo que podría truncar la débil recuperación económica de los países avanzados, sobre todo en España y en Estados Unidos, que sí comercian de forma significativa con América Latina.

Por otra parte, en los países latinoamericanos exportadores de petróleo y de otras commodities, mejoraría aún más la relación real de intercambio. Además, la apreciación del dólar aumentaría la competitividad precio de sus exportaciones. Aunque algunos pudieran verse beneficiados en este hipotético escenario de inestabilidad, para todos ellos, incluso para los grandes exportadores de hidrocarburos, sería preferible una transición pacífica en Egipto. América Latina está creciendo con fuerza pero tendría dificultades para absorber una nueva recesión en los países avanzados generada por un nuevo shock del petróleo





Sem comentários:

Enviar um comentário