quinta-feira, 2 de novembro de 2017

PROBLEMAS DE LIBERTAD - VENEZUELA, ESPAÑA / CATALUNA








 PROBLEMAS DE LIBERTAD 


En el ámbito de los países que componen la comunidad latinoamericana existen dos países donde los problemas de libertad están en el orden del día.

En mi humilde opinión, y salvo mejor, me parece que los dos casos más graves y que hacen correr tinta en los periódicos y saltan a la vista en todos los medios de comunicación social son Venezuela y España con el conflicto que mantienen con el autoproclamado Estado de Cataluña.

No soy un experto en asuntos de derecho internacional, pero soy un hombre que piensa y que se preocupa por la razón de las cosas, porque suceden y después de formular mi idea sobre el tema para considerar posibles soluciones. Naturalmente existen inmensas entidades y miles de personas especializadas en estos problemas, pero en buena verdad, los problemas existen, no son fáciles de resolver, y las soluciones que son diferentes en los casos en cuestión, presentan un grado de complejidad inmensamente distinto.

En Venezuela no hay libertad. 

En Venezuela existe un problema que sobrepasa sus propias fronteras y toca a todos los hombres. El pueblo venezolano llegó a un estado de la más completa ausencia de control sobre lo que es basilar al ser humano, está viviendo en una impensable e injustificable miseria que degrada la vida de toda una nación donde faltan los bienes esenciales, hay hambre, no hay cuidados de salud pues las instituciones no funcionan y no hay medicamentos, hay desempleo generalizado después de que numerosas empresas hayan sido nacionalizadas y luego cerradas por incapacidad de seguir trabajando, y muchas más han cerrado por falta de seguridad, por falta de productos, o simplemente porque los empresarios abandonaron las empresas. 

En Venezuela no existen derechos humanos. El gobierno está encabezado por un tirano idiota profundo y criminal y no se respetan las oposiciones, el Parlamento legítimamente elegido fue disuelto y reelegido una farsa de amigos del régimen, la Procuradora General tuvo que huir a Colombia para no ser presa, en fin, el régimen de partido único, sin libertad de expresión, con presos políticos, llevó a Venezuela a un caos absurdo, donde las libertades dieron lugar a la más horrenda violencia, y donde los ciudadanos viven en condiciones de miseria sin ningún tipo de protección a sus personas y bienes y su dignidad.











En España hay libertad. En Cataluña hay libertad. El problema es histórico y complejo. Cataluña existía antes de la propia España, y una parte expresiva de sus naturales nunca aceptaron vivir bajo el yugo del gobierno de Madrid. España se aferra a la Constitución ya la ley para perpetuar esos derechos sobre el pueblo catalán. Cataluña se aferra a la historia, al hecho de ser una nación distinta con su propio idioma, y ​​querer ser un estado, tener su propia constitución, su gobierno, sus tribunales y cuidar la vida y el futuro de los que residen en su país territorio. Ni en España ni en Cataluña se pasa hambre, las instituciones funcionan, las personas viven tranquilas, el nivel de vida es atractivo, hay paz social, hay democracia, hay derecho y hay cultura y progreso. España pertenece a la Unión Europea. Y cuando todo parecía correr bien he aquí que se levanta la mayor crisis política española después de Franco. De un modo muy simple podemos decir que España se aferra a lo que llama legalidad para vergar, sea de qué manera es la audacia del gobierno regional catalán, tras un referéndum inconclusivo, ya que no transcurrió en condiciones que permitieran darle cualquier la credibilidad, proclamó unilateralmente la independencia.

La poderosa España, en mi opinión, no intentó resolver el problema por la vía negociadora o diplomática y recurrió al ancestral método de la fuerza. En el caso de los catalanes independentistas, utiliza la violencia en una demostración desproporcionada del uso de la fuerza represiva, pretende al parecer a todo el mundo, castigar de manera ejemplar los cabecillas de la lograda independencia-sin que parezca sensible a la idea que detrás de aquellos que dieron el cuerpo hay millones de seguidores - no matándolos porque ya no existe la pena de muerte, pero probablemente no les da más el acceso a la libertad.

En Venezuela, si existiera una idea global de ciudadanía universal, ya se habría justificado una intervención de una fuerza internacional, la destitución del tirano, de sus ayudantes de campo, que debían ser llevados ante un tribunal internacional y, para no dejar a la justicia su suerte venezolana de tendencias opuestas y fomentar violencias sin fin, debería colocarse un gobierno bajo custodia de las Naciones Unidas, en un lapso de tiempo que permita la reorganización del país, y posteriormente dar la legitimidad al pueblo para democráticamente elegir y decidir el modo de vida y futuro para la nación venezolana.

En Venezuela, si existiera una idea global de ciudadanía universal, ya se habría justificado una intervención de una fuerza internacional, la destitución del tirano, de sus ayudantes de campo, que debían ser llevados ante un tribunal internacional y, para no dejar a la justicia su suerte venezolana de tendencias opuestas y fomentar violencias sin fin, debería colocarse un gobierno bajo custodia de las Naciones Unidas, en un lapso de tiempo que permita la reorganización del país, y posteriormente dar la legitimidad al pueblo para democráticamente elegir y decidir el modo de vida y futuro para la nación venezolana.

Como es una utopía pensar en un Gobierno Planetario, ni lo desean las potencias que estropean la tierra, se podría caminar en ese sentido, asignando más poderes a la ONU y proporcionándole medios que su acción quedara al margen de las decisiones egoístas e interesadas potencias regionales y mundiales. Es inevitable, a no ser que antes la vida termine repentinamente en la tierra, que un Gobierno de la Tierra tiene que crearse para resolver los problemas globales. Y vigilar el cumplimiento de los tratados internacionales. Mantener la paz. Hacer la justicia. Asegurar condiciones de buena convivencia a los hombres y una vida digna. Desde luego, podían exterminar todo el armamento nuclear existente y aplicar los trillones que se gastan en armamento a resolver cuestiones como la pobreza, las enfermedades, la justicia y cuidar el medio ambiente y la tierra. No siendo mis ideas ni siquiera imaginables para quien manda en el mundo, queda a Venezuela y al pueblo venezolano continuar sufriendo, continuar sin libertad, sin esperanza, sin futuro, hasta que suceda un milagro. Yo todavía creo en milagros ... Dios se apiade de Venezuela.

En cuanto a España y Cataluña continuarán un país uno - por la razón de la fuerza o por la fuerza de la razón, honestamente no sé - y el problema continuará. La idea de independencia no va a morir. En un mundo civilizado y moderno, creo que dialogando, apostando por la diplomacia, el bien sentido y la buena voluntad, este problema que va a mantener a millones de personas con la idea de una libertad ilusoria, podía resolverse, inteligentemente, a través de un acuerdo, llevara el tiempo que fuera necesario, pero que se hiciera. La fuerza y ​​la violencia nunca resolvieron definitivamente los problemas. Y no es imaginable exterminar a los catalanes ni hoy eso sería eficaz. El tiempo cambió muchas cosas sobretodo el respecto por los derechos humanos, la idea de legalidad y justicia, la civilización y ellos no son para nada los incas, o los mayas, o los aztecas, que fueron "olvidados" en sus territorios y nunca más fueron problema.







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