El monasterio de Santa María de la Victoria fue mandado construir por el rey João I, en cumplimiento del voto que efectuo el 14 de Agosto de 1385 a Nuestra Señora, en caso de vencer al ejército castellano. La confrontación, ocurrida esse dia en Aljubarrota, al sur de Batalha, fue ganada por el rey português, que se apresuró a cumplir su promesa. Así, el Monasterio representaba, desde su inicio, el símbolo de la independência portuguesa, legitimador de la dinastia de Avis que se iniciaba com João I.
La magnificência, del proyecto, la novedad que sus soluciones estéticas y los maestros elegidos manifestan a la perfección la importância que el Monasterio de batalha tuvo para su fundador. El inicio de las obras debió de ser en 1386, prolongándoso, por lo menos en lo que respecta a las intervenciones de mayor envergadura, hasta las dos primeras décadas del siglo XVI, en pleno reinado del rey Manuel I. Mientras tanto, en 1388, el rey João I entrego el monasterio a los dominicos, que permanecieran en el mismo hasta la extinción d las ordenes religiosas en el siglo XIX. La escuela de estúdios teológicos que los dominicos estabelecieron en el momnasterio, aprovechando la amplitud de las instalaciones y su relativo aislamiento, fue también una importante contribución para el engrandecimiento del mismo.
El programa del Monasterio de Batalha fue planificado y ejecutado por los dos primeros arquitectos, el português Afonso Domínguez y el catalán (?) Huguet. El primero de ellos debia de ser, ya que el rey le entregaba una obra de tal responsabilidad, el arquitecto português más prestigioso del momento. Además de concebir todo el proyecto, inicio la iglesia, la sala capitular y las galerias sur y este del claustro de João I. Su propuesta estética respecta los valores plásticos vigentes entonces en Portugal, de línea un tanto arcaizante, contrastando com la intervención del segundo arquitecto que, asimiendo la dirección de las obras de Batalha en 1402, introdujo las evolucionadas líneas del tardo-gótico. Concluyó las obras iniciadas elevando las bóvedas, dibujó el programa de la fachada principal, com un portal de iconografia esplendorosa, completo el claustro y termino la coberturade la sala capitular, realizando una bóveda única cuyas dimensiones sorprenden aún hoy en dia por su arrojo técnico.
En las capillas funerárias añadidas al proyecto inicial – la del Fundador, ordenada por João I, y las Imperfectas, por su hijo el rey Duarte -, Huguet pudo dar libré curso a su temperamento crativo, alzando dos construcciones de gran cualidad. Pero la muerte prematura del reyimpidió que las capillas Imperfectas se conclyesen, motivando una última intervención del rey Manuel I, a princípios del siglo XVI, para acabarlas. Aunque ni aún com esta intervención fue posible terminar si construcción, esta ultima intervención doto a las Capillas Imperfectas de uno de los momentos más creativos del arte manuelino, particularmente en su feérico portal, concebido en feliz momento por el arquitecto Manuel Fernandes.
En la segunda mitad del siglo XV fue añadido un segundo claustro al Monasterio – el claustro Afonso V-, construído por el arquitecto Fernão de Évora, entre 1448 y 1477. Su sencillez contrasta com la exhuberancia del claustro de João I, apelando a un misticismo que indicaba la necesidad de cambio al nível vital del cristianismo que se sentia un poco por toda Europa.
La calidad arquitectónica del Monasterio de Batalha se compelta com las vidrieras, que fueron realizadas por primera vez en Portugal, de mano de vidrieros alemanes. En 1983 fue incluído por UNESCO en la lista de Patrimonio Mundial.
Puerta principal de la Iglesia
Concebida por el maestro Huguet, su riqueza iconográfica só tiene paralelo com programas idênticos de las grandes catedrales góticas europeas: en las jambas, los apostoles conducen a Cristo, en el tímpano, este se halla rodeado, por los cuatro evangelistas, mientras que en las arquivoltas se disponen vírgenes, mártires, papas, obispos,reyes de Judá, profetas y ángeles músicos, según una prefiguración de jerarquia celestial.
Naves de la Iglesia
La nave central de la Iglesia de Batalha, una de las mayores iglesias de Portugal, tiene una elevación de 32,5 metros. Esta elevación se ve acentuada por las densas columnas que, formando um muro visual continuo, proporcionan un sentido ascensional del espacio. La bóvedave nervios, com grandes claves decoradas, se debe a Maestro Huguet.
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