Con mucha pompa y circunstancias, alegría incluida, el presidente de Brasil, Jair Messias Bolsonaro, anuncia que está infectado con covid-19.
Noticias extraordinarias. El hombre es igual a sí mismo en cualquier situación, y todavía no muestra miedo a covid-19, recordando su situación atlética y el uso de la medicina milagrosa de cloroquina que se ha retirado de pacientes infectados en todo el mundo.
Se demostró que se recuperaba maravillosamente, se siente fuerte y simplemente no caminó porque el médico no le aconsejó. Él declaró.
Sin embargo, la cloroquina que Bolsonaro ordenó tomar por decreto a los brasileños infectados, y que había fabricado en cantidades industriales en laboratorios militares, dejó de buscarse después de que se aconsejó al mundo que no la usara.
Brasil es la capital de las famosas "noticias falsas", con fábricas y genios reales que producen y difunden en las redes sociales todo tipo de mentiras.
Entonces, después del anuncio de que Bolsonaro estaba infectado, y luego se publicitó el uso de cloroquina y su milagrosa recuperación, muchos hablan de especulaciones y de que todo es, de hecho, otra maniobra, para minimizar la pandemia y para publicitar en el pueblo el uso de cloroquina.
Solo el tiempo nos mostrará la verdad. Sin embargo, no es posible permanecer indiferente ante una personalidad, presidente de un país como Brasil, a quien ya no se le toma en serio y parece estar tan alejado del mundo real, que juega con su gente y descuida absolutamente la propagación de enfermedad que alcanza proporciones absurdas en el país.
Todo parece posible en el Brasil de hoy, mientras que este país se está hundiendo en una crisis sin precedentes y luchando contra una pandemia muy grave, que lo colocó en el segundo lugar en número de muertes y casos en todo el mundo, después de los Estados Unidos.
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